Visitar Cudillero puede convertirse en una experiencia única, una escapada donde toda la familia podrá disfrutar de las bonanzas de este rincón de la costa asturiana y qué mejor forma de hacerlo que a través de sus miradores que nos ofrecen las mejores vistas del Concejo.
Los miradores de Cudillero están repartidos por todo el concejo y nos permitirán tener una visión a la que no todo el mundo que llega a este rincón está acostumbrado a ver.
Lo mejor de todo es que podremos hacer nuestra propia ruta en coche, por lo que podremos parar siempre que queramos y disfrutar al máximo de cada momento. Si no viajamos en coche, recomendamos alquilarlo en Sixt donde podrás disfrutar de hasta un 15% de descuento por ir de nuestra parte.
Mirador de la Atalaya
Las buenas comunicaciones con las que cuenta Cudillero nos permitirán movernos de un lado a otro sin problema en coche. Podemos comenzar la ruta desde un clásico, el mirador de la Atalaya, uno de los puntos más emblemáticos de la villa, porque desde aquí se puede ver toda la localidad y disfrutar de un lugar privilegiado.
A este lugar podemos subir desde Cudillero por usa escaleras o en coche, dejándolo junto al cementerio. Después, sólo tendremos que caminar unos cinco minutos bajando una cuesta. Merece la pena dar este paseo, porque las vistas son verdaderamente espectaculares, sobre todo si es al atardecer.
Mirador del Faro
Nuestra siguiente parada nos lleva al mirador del Faro, el cual fue inaugurado en 1858 en la Punta Roballera. Se encuentra a la derecha del puerto y pondremos llegar por una senda de unos 300 metros. El lugar nos regalará otras de las vistas más espectaculares de la villa.
Mirador de Salamir
Saliendo de Cudillero en dirección oeste y pasando la playa de la Concha de Artedo, tomaremos la CU-6 y seguiremos adelante dejando atrás la localidad de Lamuño y el área recreativa de Monte Valsera, llegaremos hasta el mirador de Salamir.
Desde aquí, tendremos otras espectaculares vistas de la zona, tanto del interior como de la costa, donde un punto de importancia lo encontraremos al lado, a playa de San Pedro. Si queremos disfrutar más el momento y vamos con los peques de la casa, podremos hacer una parada en el área recreativa de San Pedro de la Ribera, donde poder parar a estirar las piernas, a jugar o a comer.
Faro y acantilados de Cabo Vidio
Siguiendo la carretera CU-6 en dirección oeste llegaremos a la localidad de Soto de Luiña, tomaremos dirección norte y pasaremos la localidad de Oviñana hasta llegar al Faro de Cabo Vidio, otro balcón que mira al bravo Cantábrico desde el que disfrutaremos de unas impresionantes vistas.
Desde aquí podremos divisar el islote Chouzano y tanto a este como a oeste, veremos cómo diferentes playas y calas van salpicando la orografía costera de esta zona de Cudillero.
En días de buena visibilidad se puede tener una amplia vista de la costa asturiana. Por ello, es recomendable llevar la cámara de fotos, porque seguro que será un rincón que querremos recordar durante mucho tiempo.
Rumbo a la playa del Silencio
Bordeando la costa en dirección oeste y dejando atrás el Faro de Cabo Vidio, pasaremos por otros lugares como la playa de Vallina/el Gallo, playa de los Campizales, la de Gancedo, la cala de Salencia, la playa de Lairín y la de la Barquera hasta llegar a una de las más conocidas, la playa del Silencio.
Está considerada como una de las más bonitas de todo el norte de España. Desde el mirador de la playa del Silencio se tienen unas impresionantes vistas. Para disfrutar de la playa hay que dejar el coche antes de llegar al acantilado. La zona está bien señalizada y para llegar a la playa debemos recorrer a pie un camino durante unos 10 minutos.
Uno de los grandes encantos de la playa es que no tiene ninguna clase de servicio como bares o similar, por lo que la playa permanece prácticamente virgen y con un encanto que sorprende a cualquier clase de viajero.
Mirador de la ermita de San Roque
En dirección oeste y a las afueras de la localidad de Ballota, se encuentra el mirador de la Ermita de San Roque, un lugar que nos permitirá disfrutar del encanto que tiene la zona rural asturiana. Al norte podremos divisar el Cantábrico y al sur los verdes montes y pastos de la zona, creando un binomio azul y verde que siempre deja un buen sabor de boca.
Mirador de la capilla de Santa Ana
Al igual que en el caso de la ermita de San Roque, la capilla de Santa Ana tiene una situación privilegiada con impresionantes vistas de la costa y del interior.
El campo de Santa Ana acoge cada 26 de julio una fiesta tradicional con romería, música, bailes regionales y un gran ambiente para disfrutar de este lugar privilegiado con los lugareños.
Vistas desde Brañaseca
Desde Brañaseca pueden divisarse los valles del concejo y las brañas vaqueiras, los pastos a los que los vaqueiros de alzada (ganaderos de la zona) llevan al ganado.
Pero también desde esta elevada posición puede disfrutarse de una completa vista de la línea costera.
Esto es tan solo una pequeña muestra de la gran variedad de miradores que todo visitante encontrará en Cudillero. Cualquiera puede preparar su propia ruta para hacer en coche y disfrutar de esta zona de Asturias viéndola desde un punto de vista diferente.
Además, si no quieres preocuparte de traer tu coche, te recordamos que podrás conocer toda esta zona con un buen alquiler de coches como los que nos ofrecen desde Sixt. La oficina más cercana se encuentra a 15 minutos, en el Aeropuerto de Asturias, donde podrás conseguir el vehículo que mejor se adapte a ti y a tu familia.
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No importa en qué temporada del año se quiera visitar, la villa «pixueta» y todo el concejo siempre tienen algo que ofrecer a todo el mundo. Por todos son conocidos los alicientes de este destino, como la hospitalidad de sus gentes, su excelsa gastronomía o su naturaleza, donde mar y montaña se dan la mano asomándose al Cantábrico como si de un balcón se tratase. ¡Te esperamos!